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¿Qué es un aditivo?

Aunque se asocian a los tiempos modernos, los aditivos alimentarios llevan siglos utilizándose. Se emplean desde que el hombre aprendió a conservar los alimentos de la cosecha para el año siguiente y para preservar la carne y el pescado con técnicas de salazón y ahumado.

Gracias al desarrollo de la ciencia y la tecnología de alimentos, se han descubierto varias sustancias que pueden cumplir funciones beneficiosas en los alimentos denominadas aditivos alimentarios.

Los aditivos son cualquier sustancia, que, normalmente, no se consume como alimento en sí y cuya adición a los productos alimenticios, tiene un propósito tecnológico en la fase de su fabricación, transformación, preparación, tratamiento, envase, transporte o almacenamiento.

Los aditivos cumplen varias funciones útiles en los alimentos pues están sometidos a muchos factores medioambientales que pueden modificar su composición original, como los cambios de temperatura, la oxidación y la exposición a microorganismos, para ello, los aditivos alimentarios tienen un papel fundamental a la hora de mantener las cualidades y características de los alimentos que exigen los consumidores, y hacen que los productos continúen siendo seguros, nutritivos y apetecibles en su proceso desde el "campo a la mesa".

A continuación, se presentan algunas razones más específicas del por qué se usan aditivos alimentarios:

1. Para mantener o mejorar la seguridad y la frescura.

Los aditivos alimentarios conocidos como conservadores disminuyen el deterioro del producto causado por el moho, el aire, las bacterias, los hongos o la levadura. Además de mantener la calidad de los alimentos, ayudan a controlar la contaminación que puede causar enfermedades transmitidas por los alimentos, incluido el botulismo potencialmente mortal. Un grupo de conservadores (antioxidantes) evita que las grasas, los aceites y los alimentos que los contienen se vuelvan rancios o desarrollen un sabor desagradable. También evitan que las frutas frescas cortadas, como las rodajas de manzana, se vuelvan oscuras cuando se exponen al aire.

2. Para mejorar o mantener el valor nutrimental.

Las vitaminas, minerales y fibra dietética se agregan a muchos alimentos para compensar los casos en que esos nutrimentos faltan en la dieta de una persona o en los que se pierden en el procesamiento de alimentos, o para mejorar la calidad nutrimental de un alimento. Dicha fortificación y enriquecimiento han ayudado a prevenir y reducir la desnutrición en muchos países del mundo. Todos los productos que contienen nutrimentos añadidos deben estar debidamente etiquetados.

3. Para mejorar el sabor, textura y apariencia.

A menudo se agregan especias, sabores naturales y artificiales, edulcorantes bajos en calorías, sal y pimienta para mejorar el sabor de los alimentos. Los colorantes alimentarios mantienen o mejoran la apariencia. Los emulsionantes, estabilizadores y espesantes dan textura y consistencia a los alimentos. Los agentes leudantes permiten que los productos horneados se eleven durante la cocción. Algunos aditivos ayudan a controlar el equilibrio del pH de los alimentos, mientras que otros ingredientes añadidos ayudan a mantener el sabor y el atractivo de los alimentos.

La utilización de aditivos está estrictamente regulada, y los criterios que se tienen en cuenta para su uso es que tengan una utilidad demostrada, sean seguros y no induzcan a error al consumidor.

 

Ref. Aditivos alimentarios. (n.d.). Eufic. https://www.eufic.org/es/que-contienen-los-alimentos/articulo/aditivos-alimentarios/